Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son....
... así lo cantaba Aute y lo mismo pensaba yo cuando iba como niña con zapatos nuevos camino del Kursaal el domingo a las 8:30 de la mañana (si de la mañana). Ibamos a ver "El secreto de sus ojos", me daba pellizcos en los brazos para creerlo. Nuria me había conseguido una entrada para a ver a uno de mis actores favoritos, Ricardo Darin, qué maravilla verlo actuar, parece que está a tu lado, que es tu amigo, que lo que dice te ha pasado a ti. Darín pertence a esa clase de actores que imanan humanidad y verdad sólo con su presencia, no necesita hablar. Apuntad esta película, estará entre las nominadas a la Concha. Lleva la firma de Campanella y se nota porque tiene momento hilarantes, donde sólo gracias a los subtítulos es posible seguir lo que dice (las carcajadas de más de 1000 personas dificultan seguir chascarrillos en porteño); pero tiene también momentos mágicos como la llegada al levantamiento del cadaver de la ... (uy no cuento, que os quito la emoción) y esa escena final, entrañable, real, conmovedora. Imprecindible este otoño.
Eso fue el arranque del domingo, digno por cierto del cierre que tuvo el sábado, otro logro de Nuria (bendita Nuria) que nos consigue entradas para "Precious" de Lee Daniels, el director de "Monster Ball". Esta peli la proyectaron en el Victoria Eugenia con la presencia del director y de su actriz principal y en el patio pudimos ver a la ministra, a Goya Toledo, Trueba y hasta a Mikel Erentxun (muy estropeado por cierto)... Sólo saber que era del director de Monster Ball me ponía en contra, porque no tenía ganas de sufrir y MB era todo menos alegre y divertida, pero una entrada es una entrada y el Victoria Eugenia con ministra y todo bien vale un sofocón.. así que se apagan luces y... aparece ella una preciosidad de más 130 kg con una historia tremenda. Los prejuicios fallaron y no me dí ningún sofocón (el director avisó con que sería divertida) y nos gustó mucho, seguro que se lleva el premio del público, ¡ojala! porque la votamos con un 10. ¿Y qué pasó entre película y película? pues lo que cabía esperar en Donosti, pintxos a discrección, nos pusimos tibios. Ssitios recomendables: el Bergara, Olaña Berri y el menú de Berasategui en el Kursaal, te chupas los dedos de la manos y tienes que pedir a los transeuntes que te dejen los suyos porque ¡no lo puedes aguantar!... rico, rico, rico como diría el de perejil.
Al final no vimos a Brad, pero oimos a la multitud chillar su nombre cuando entraba en el Victoria Eugenia, fue lo más cerca que he estado de él....otra vez será. Pero no puedo despedir esta nota sin darle las gracias a él, a Darin, a Pacino, a Billy Wilder, a Bette Davies, etc por pertenecer a ese maravilloso arte que es el cine que llena mi vida de luz.
¡Gracias Mr Pitt, gracias Mrs Davies!
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