Gracias a la gran clase del director manchego ayer pudimos asistir el gran momento de reconciliación con la Academia de cine. Aunque si Alex de la Iglesia no hubiese sido tan pesado, tal y como confesaba ayer Pedro, pues probablemente ese monento de oro de la gala de los Goya no hubiese sido posible. Gracias Alex por su insistencia y enhorabuena a todos los premiados, sin vuestros trabajos y el de vuestros colegas no sería posible la magia del cine español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario